domingo, enero 27, 2008

El bar de Folies Bergére. (Manet)





Esta noche me he calzado los tacones altos,
he dejado caer sobre mis hombros,
esa blusa negra, esa,
que deja ver de manera sugerente,
mis pechos.

He abierto las dos puertas del armario,
y he tomado aquella falda que marca,
de manera insinuante mi trasero.

He disuelto mi piel en un perfume discreto,
(ese que me gusta tanto,
olor a maderas secas).
Y he adornado mi cuello,
con una vuelta de diminutas perlas de río.

Sé que me delatan mis gafas,
pero hoy,
quiero distinguir bien a mi presa.

He tomado el bolso en bandolera,
y he mirado dentro para ver que nada faltaba,
el espejo, un lápiz de labios, las gafas de sol,
por si me descubre el alba, mi identidad,
un billete de cincuenta, el tabaco,
y esa piedra azul que me sirve
de amuleto.

Y he tirado la libreta, la pluma,
mi vergüenza, los tikeck de la compra,
las citas del trabajo, la hipoteca,
y he salido así, desnuda,
a comerme el mundo, o a comerme
al primer hombre que se me pusiese a tiro.

Y he vuelto al cabo de las horas,
sin hombre y sin mundo,
cansada de ver ojos vacíos,
cansada del frondoso y triste
acodamiento de los cuerpos, uniformados
sobre la barra de un bar,
mientras sus lenguas degustaban ya de lejos,
el sabor de mis pechos.

Y he vuelto a casa y he tirado la falda,
el espejito, la barra de labios,
el agotamiento de los tacones falsos,
el cansancio de comerme el mundo,
la inutilidad de las luces sobre el asfalto,
el ruido, las medias de seda negra,
el placer de una noche, el ejercito de horas
en busca de una caricia, de una simple
caricia que me hiciese,

romper en llanto

romper en llanto

romper en llanto.

3 comentarios:

Nadia dijo...

Simplemente hermoso. Lo leí y lo releí. Cada vez me gustó más.

Saludos.

Anónimo dijo...

hola amiga mia, te he colocado un link en mi blog, si puedes haz lo mismo con el mio, aqui tienes mi direccion:
http://ernestdescals.blogspot.com/

Casiopea dijo...

Y tantas veces que una sale con la misma sensación que ella y regresa de la misma manera. ¿Por qué tiene que ser tan complicado?

Leyendo tu poema se me vino a la cabeza una frase que alguien me dijo una vez (y que creo es de una película, no estoy segura): Las mujeres dan sexo buscando amor. Los hombres dan amor buscando sexo.

Creo que ella, la mujer de tu poema, debió escuchar también alguna vez esta frase...

Besos

Casiopea