lunes, enero 07, 2008
Deshacer el umbral.
Deshacer el umbral en el que apenas me sostengo,
estirar la columna, separar cada una de sus vértebras,
encerrarlas en habitaciones diferentes
y recorrer su memoria y su mentira.
Desnudar cada una de las sombras
y coser su luz y su imagen a la piel.
Partir o quedar,
desprenderse o amontonarse,
fría, ocupada por el frío,
sentada en una pequeña barca de hielo.
Incluso de pie, partir o quedar,
trasladando ese gran séquito de mí,
a esa última sílaba que no calla nunca.
Nos confunde esta lluvia,
mansa,
que embalsama poco a poco la memoria.
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3 comentarios:
Cada vez mejor, cada vez, en serio....
Tus poemas se paséan por mi alma como si fueran mis propios pensamientos.
Qué feliz me hace volver a leerte, Lisola!
Qué bien escribes, Lisola.
Este poema es deslumbrante.
Un besito muy fuerte
Ana
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