sábado, junio 24, 2006

Chagall


En la profundidad del espacio silencioso,
un golpe de manzanas mar adentro,
desdobla la densidad de las sombras
y la dimensión callada y fría del espejo,
separa el nido de las piedras, volviéndonos
arroyo desbordado sobre el grano.

Remontarse por encima de la luz,
mientras descubres el vuelo de un ave,
sin peso y sin volumen,
dispuesto a reencarnarse en pisada
que ha de borrar el tiempo.

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viernes, junio 16, 2006

El gallo



En mi mano duermen las hojas que el otoño olvida,
con el poder de quien atrasa la lluvia
y se emborracha en la densidad de los huesos.

Estamos solos en colores y formas.

Estamos en la distancia que flota en el sonido del agua.

Y sin embargo,
son los poderosos días donde me desnudo,
donde el polvo se ajusta a aquello que fui.

Yo cierro los ojos a las ciudades inertes.

Aquí un delirio clama su espesor de algas.

Sobra afán de oscuridad en la maleza.

Cegados por el deseo de partir lo vivido
vamos naciendo en la descarga de todas las incertidumbres

Después de todo nos queda
ese mirar extraño hacia el pasado.

Hacer el equipaje y lamer el borde del ayer.

Desde su muerte,
un extravio nos preserva del duro invierno
mientras nos vamos mirando oblicuos.

_Pájaro inútil en el escorzo de la noche
inventa unas alas y huye_

Asombra después la calma
cuando levanto las persianas y fondea en los ojos
Venecia...

Alzo un dedo y desclavo años.

A menudo en ellos colecciono sombras,
sombras de nieve tras los cristales
donde morimos de pie y sin tristeza.

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sábado, junio 10, 2006

El poeta (tres y media)



Esparce tus flores, forastero, espárcelas sin miedo.

Paul Celan.


Toma el aire e interpreta un silencio,
después crece en el brillo de la noche.

Tu palabra será una piedra en medio del mar,
clara y pulida.

Después

Toma la sed
y olvida el ojo.

El lazo será una oscuridad ligera,
un cristal donde se unan tus manos.

Donde no llegue el cruel espacio del círculo.
El voraz autismo de una rúbrica.

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sábado, junio 03, 2006



Aún desconozco lo pasos
aún soy rama que araña los cristales
bulbo de agua en el aire

No tengo más espacio
que esta piel blanca que me protege
y estas noches prestadas

El ojo reventado
vuelve a morir sin una imagen digna
sin saber lo que ha sido

y todo se queda bajo la tierra.