domingo, mayo 28, 2006

La ventana blanca.

Hasta la noche llega
esta muerte diaria de saxo sin cintura.
Después el alba se encarga de borrar
el interior de la boca.

Un montoncito de lilas
en el afluente de la memoria
no bastará para vestir de blanco
los ojos.

(Empújame hacia la sombra).

El caudal que la lluvia ha dejado en las calles
visita la espalda de quien se aleja.

En vano tu dolor te nombra,
y un puñado de amor sin propietario
salta de tumba en tumba con su rictus
de invierno.

La presencia de un pájaro en el labio
nos hace gota de miel en la noche,
Agua en las manos de cristal,
canales azulados y un cúmulo de ventanas
buscando la desnudez de la luz.

Todo se pierde con el sutil soplo del viento.

martes, mayo 23, 2006

La rama




La chimenea
gris
levanta
un hilo de muerte

Lleva un ciprés
de luz
en su talón izquierdo

Un sonido de cobre
casi violín
en brasas
traspasa el negro

y sube
hoja a hoja
peldaño a peldaño
flotando
enajenada

hacia el primer silencio
del mundo.

domingo, mayo 21, 2006

Muelle de Bercy



Todo lo que se anticipa
es el tránsito de la luz
en el peso de la palabra.

Un único resplandor
una simiente de nubes
en las manos ligeras.

El deslumbramiento
en el fruto

en la orfandad de las sombras.

L'arbre de Jesse



Amanece
sobre la exactitud de las ramas de los árboles
sobre la mirada extasiada de los niños
sobre los campos sin horizonte
sobre las almas que huyen
sobre las horas sin luz
sobre los muros fríos
sobre las noches
sobre el miedo
sobre mí

sobre la plenitud de la memoria
sobre el dolor de la nostalgia

sábado, mayo 06, 2006

El Vuelo


Un pico de agua en el estanque y algo de luz
en el vuelo de miles de libelulas.
Una extensa luminaria en las hojas caídas
y allí, sin más pálpito que la lluvia,

Alzar las manos, húmedas, brillantes,
y los ojos absolutos, permanentes,
desde dentro hacia el filo de la aguja,
pulida por la piedra y la palabra.

Asomarse a la noche y frente a frente,
descender al momento en que la voz se apaga
y desear sin manos, sin ojos, sin brazos
todo el bosque que madura en las sienes.

Un ángel nos espera y sin embargo,
la colmena asoma con su luz de agua
por encima de los pájaros que insisten en la piel,
en el deseo, en la cera perfumada de la alcoba.

lunes, mayo 01, 2006

Amantes a la luz de la luna




De la noche
tan breve
una herencia de manos trepadoras
una luz de agujas afiladas
un aliento de gatos en el pelo.

De la noche
el magnifico silencio de los puentes
las hogueras encendidas
el sorbo hondísimo del cielo
el agua fecundando el párpado.

De la noche
una cuerda de sombras en el aire
un silencio de niños plateados.