domingo, agosto 19, 2007

Sonata para piano Nr. 14 en do sostenido menor (Beethoven)





No existes, cuando la sala se llena de luna,
no existes ni existen los otros,
ni existe el movimiento,
ni el idioma y una quietud cobriza
se instala en la garganta.

Sólo un claro de luna inflama el aire,
en lo oscuro, en lo oscuro del paraíso,
tú, con los ojos cerrados, conmovidos,
y una lámina de amor en las pestañas.

Escuchas la hermosa sordera, el oro
del que sufre en su silencio, la nota
grave que busca en tu profundo pecho,
la sigilosa sombra transparente
de una lágrima.

No existes,
cuando, devotamente, el blanco vuelo del alma,
deja el negro ataúd y asciende al labio,
y abres una mano en la quietud efímera
para atrapar el áureo bemol,
el abandono apacible de un instante.