jueves, agosto 14, 2008






Estoy mirando al mundo desde el interior
de una manzana podrida.

La luz cae sobre la roca y en el agua,
los fugitivos, se dejan devorar por las raíces
que crecen solitarias, se arrancan la memoria,
y se hunden en el fango con las flechas,
clavadas en su estómago.

Estoy mirando al mundo desde el interior
de una casa podrida.

Sus raíces son aéreas y su vientre apuntalado
sobrevive a fuerza de besos y palabras
pintadas de rojo.

Ho Xuan llena el aire con un perfume primaveral,
pero sólo es un vano intento de transformar
la flor muerta en un alfabeto de rosas.

Los hombresgusano ya han perforado
el corazón de la piedra.
Los hombreshuesped han quemado sus alas.

Me desnudo en secreto bajo las constelaciones,
en el lugar donde se citan los no hallados,
en el lugar donde la noche es una vieja sed,
aún no descubierta.

Estoy mirando al mundo, simplemente mirando,
desde el hueco podrido de una manzana,
sin saber si destruir su carne medio viva
o convertirla en un lecho nupcial
donde amar la plenitud del sueño.