sábado, junio 21, 2008




Conozco este silencio que me busca.

Blanco en el oscuro de un lienzo invariable,
blanco, de agua, de partículas de noche,
de caducos granos triturados, enterrados
en el fondo de una esquina o en la torre
más alta que se interpone, entre un cielo
desigual y el irreconocible fondo del espacio,
donde la voz ya no es más que un onírico abrazo
de aire en la noche de muros que llega,
hasta el otro lado, de otra noche, de otro cuerpo,
de otras manos, de otras muertes, detenidas,
borrando mi derecho a oscilar en el último árbol
que desliza su tronco, livianamente, en la marea.

1 comentario:

Kupak dijo...

"Conozco este silencio que me busca..."

Me encanta esa forma de comenzar el poema, es tan potente que yo lo dejaría así, tal cual... :)

Ah, he llegado aquí por recomendación de Rosalía!!!

un saludo,
dani